LE SEXTANT                                                                                                                

 

Pilotis de hormigón, la planta y la fachada libres, largas ventanas y azotea con jardín ceden su lugar en esta obra a postes y vigas de madera, muros de mampostería, una planta claramente compartimentada, ventanas discretas y un techo con silueta en V. En esta obra se plasma el pensamiento de Le Corbusier, para quien no había arquitecto alguno capaz de emular a un humilde campesino que construye su propia vivienda en torno a sus necesidades y acciones cotidianas.

Esto, junto con sus experiencias vividas en torno a sus viajes y estancias en viviendas y cabañas de trabajadores son los cimientos de la realización de la villa Le Sextant, una casa de vacaciones construída para el funcionario francés Albin Peyron, con un presupuesto sorprendemente reducido y sin visitas del arquitecto a la obra.

 

Fuera de lo peculiar de su historia, la Villa Le Sextant (que junto con la villa Errázuriz, constituyen un período particular en la obra del arquitecto helvético donde los cinco puntos de la arquitectura brillan por su ausencia) consta de una organización planimétrica abierta que se abre de forma limpia y directa con el entorno; la estructura en forma de S enfrenta dos planos principales con uno intermedio que sirve como eje zonificador de la vivienda, a un lado, el garaje cubierto y el acceso superior; al otro, las estancias de la vivenda, que a su vez establecen su jerarquía con el juego en diferentes niveles, la planta superior acoge las habitaciones (zona privada) y la inferior las zonas públicas de la casa. Los espacios comunes (galerías y accesos) están cubiertos, ya que debían proprcionar sensación de apertura al entorno salvando las adversidades climáticas propias de la costa atlántica francesa. La organización y estructura de la vivienda están orginazadas en torno a su orientación, las habitaciones al este, mientras que las zonas comunes se abren al oeste, al mar.